Cuánto tiempo debe leer un niño al día es una pregunta que nos realizan los padres con frecuencia y la verdad es que no hay una respuesta absoluta a dicha pregunta. Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre el tema…
Índice de contenidos
Factores a tener en cuenta
En primer lugar, debemos pensar en el objetivo que perseguimos: ¿es para que adquiera hábito de lectura? ¿es por aprovechar al máximo los beneficios de la lectura? ¿es por tenerlo apartado de otras actividades como la televisión?
En segundo lugar va a depender también de la edad, pues no es lo mismo un peque de 5 años que está empezando a leer que un niño más maduro, desde el punto de vista lector, que cuente ya con diez años.
Y también, en tercer lugar, puede depender de circunstancias individuales, como por ejemplo su nivel de lectura, tiempo disponible, etc.
Tiempo mínimo de referencia
Como referencia, es habitual ver muchos artículos especializados en los que se recomienda que los lectores principiantes o primeros lectores dediquen 15 ó 20 minutos de lectura cada día (además de la lectura que hacen en colegio).
¿Es mejor dedicar más tiempo?
Si bien la cantidad recomendada de lectura o cantidad de tiempo de referencia es de 15 a 20 minutos, si nuestro hijo/a está interesado/a en lo que está leyendo y lo disfruta, está bien dejarlos para
para fomentar más tiempo y que se habitúen a ello. Sin embargo, tampoco conviene forzar demasiado de inicio, pues los lectores principiantes necesitan un tiempo para adquirir el hábito necesario para leer durante más tiempo. Y, sobre todo, debe ser algo progresivo… Como se suele decir… «Mejor ir despacito y con buena letra».
Mejor cantidad de contenidos que cantidad de tiempo
No obstante, aunque os hayamos dado un tiempo mínimo como referencia, la cantidad de lectura que hace un niño (número de palabras) es más importante que la cantidad de tiempo que pasa haciéndolo.
En relación con lo anterior, debemos tener en cuenta que cuanto más lean los niños, más rápido se desarrollarán como lectores. Por tanto, teniendo en cuenta que si se trata de una lectura fácil, el niño/a podrá leer más cantidad que si se trata de una lectura complicada, deberemos apostar por lo primero. Es un gran error que un pequeño (hablamos principalmente de primerísimos lectores) sean expuestos a lecturas que no son adecuadas a su edad ni a su nivel de lectura, pues leerán de forma más lenta y, en consecuencia, menos cantidad de la que podrían leer en el mismo tiempo. Por tanto estaremos perdiendo la oportunidad de optimizar el tiempo que pasan leyendo de cara al desarrollo de nuestros hijos como lectores.
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